Zusammenfassung:
Una dieta baja en grasas ayuda a disminuir las probabilidades de padecer una enfermedad cardiaca, así como a reducir el peso. La cantidad total de grasa ingerida debe ser baja, aunque el tipo de grasa es también importante. No deben comerse demasiados ácidos grasos saturados, como los contenidos en la manteca o el tocino. Las grasas insaturadas, como el aceite de girasol, maíz, oliva, y las margarinas bajas en calorías son más sanas que los ácidos grasos saturados.
Los nuevos estilos de vida y hábitos de consumo procedentes de otros países extendidos por intereses comerciales amenazan con destruir una dieta secular y sana con la creación de problemas cardiovasculares, procesos de obesidad, alteraciones digestivas y metabólicas.
Una dieta equilibrada responde a dos características esenciales: CANTIDAD ADECUADA y CALIDAD.
Una dieta equilibrada aporta los nutrientes necesarios en su justa proporción para realizar los procesos metabólicos, funciones plásticas y reguladoras que el cuerpo necesita, pero cuidando la salud. Es decir, la cantidad de alimentos consumidos deberán cubrir las necesidades energéticas de cada persona. No existe ningún alimento que contenga todos los nutrientes que el organismo precisa, por ello la importancia de una dieta correcta, variada y completa, sin excluir ningún grupo de alimentos pues la calidad viene fijada por la presencia de los diferentes nutrientes en el conjunto del aporte calórico de la dieta, un buen equilibrio entre las calorías, las proteínas y las vitaminas.