Zusammenfassung:
En América Latina, el bajo rendimiento escolar puede condicionar negativamente las oportunidades de formación profesional del individuo y su inserción laboral, con repercusiones sociales y económicas adversas para el país. El aprendizaje está condicionado por diversos factores, entre ellos la calidad del sistema educacional; las características biológicas del niño; la infancia; el coeficiente intelectual del niño; las condiciones de la familia y la escolaridad de los padres, todos los cuales pueden intervenir negativamente y condicionar mal rendimiento escolar. El modo por el cual la baja escolaridad de los padres influye en el deficiente rendimiento académico del niño obedece a numerosos mecanismos que, probablemente varían de una cultura a otra. Entre ellos se menciona más interés de los padres con mayor nivel de instrucción por el rendimiento escolar de los hijos y desde temprana edad, creando estímulos ambientales favorables, impulsando la competitividad con otros coetáneos y dando oportunidades de asumir su propio aprendizaje. El rendimiento académico refleja el resultado de las diferentes y complejas etapas del proceso educativo y a mismo tiempo, una de las metas hacia las que convergen todos los esfuerzos y todas las iniciativas de las autoridades educacionales, maestros, padres de familia y alumno. No se trata de cuanta materia han memorizado los educando sino de cuanto de ello han incorporado realmente a su conducta, manifestándolo en su manera de sentir, de resolver los problemas y hacer o utilizar cosas aprendidas. En resumen, el rendimiento debe referirse a una serie de cambios conductuales expresados como resultado de la acción educativa. Por lo dicho, el rendimiento no queda limitado en los dominios territoriales de la memoria, sino que trasciende y se ubica en el campo de la comprensión y sobre todo en los que se hallan implicados los hábitos, destrezas, habilidades, etc.