Resumen:
El incremento de la densidad poblacional y la incesante dificultad que se vive en las áreas urbano-populares hace que los recursos económicos del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal, asignados para “invasiones” de solares, lotes y sectores no urbanizados, no puedan satisfacer sus necesidades. La universidad asume la corresponsabilidad social frente a los indicadores de calidad de vida que promueve el Plan Nacional del Buen Vivir, mediante la implementación de proyectos de investigación, vinculación, convenios interinstitucionales, actividades culturales y otras; lo que requiere tanto de un modelo educativo adecuado, como de una gestión universitaria pertinente. El modelo se afianza en propuestas comunitarias acorde a los cambios sociales que vive nuestra región. Por ende, amerita un diagnóstico situacional que refleje las etapas de asentamiento poblacional, su visión y esperanza de mejores días. Partiendo de esta realidad, se promueve la participación educativa para mejorar la calidad de vida de los habitantes. El compromiso universitario se fundamenta en una estrategia motivacional hacia los estudiantes para que conozcan la realidad social de su entorno, lo que se logra haciendo que ellos participen en todas las instancias de un plan de vinculación con la comunidad.