Resumen:
El desarrollo implica una incidencia en los ámbitos de gobierno, economía y calidad de vida de la población,
con una exigencia en el siglo 21, de una participación amplia y directa de la sociedad en las acciones y decisiones públicas. Los
modelos de desarrollo clásicos han concentrado el esfuerzo de comprensión de lo público a través del tipo de economía y la forma
de gobierno preponderantes, a la vez que han desdeñado la participación de la sociedad y la actoría social como elementos
determinantes. En este estudio se retoma la discusión de modelos de desarrollo, pero se incorpora al componente de la participación
social como un elemento nuevo en el quehacer público. Se da mayor tratamiento a los aspectos de institucionalidad de la
gestión pública, de la actoría social, de la protección ambiental y de la articulación de estos componentes para lograr el progreso.
Con este planteamiento el desarrollo debe pensar en cambiar radicalmente las condiciones de relacionamiento entre Estado y
sociedad.