Resumen:
Las enfermedades respiratorias de las vías aéreas altas constituyen un problema de salud muy importante por su elevado índice de morbimortalidad, por otro lado la contaminación ambiental también influye, esta se puede presentar en cualquier etapa del año pero es más frecuente en los meses de invierno, y está relacionada con los cambios de temperatura o por exacerbaciones epidémicas. Estas afecciones son muy frecuentes y no suelen ser graves, pero deben tomarse en serio; es importante aliviar los síntomas del paciente y evitar la diseminación de los virus la manifestación clínica más frecuente y persistente es la tos, misma que puede ser productiva o seca según la etiología y el momento de la evolución en que se encuentre la enfermedad. Su frecuencia es muy importante, se encuentra entre las 20 primeras causas de morbilidad, sobre todo en adultos mayores que son los más vulnerables como características comunes, se destaca el hecho de que todos estos trastornos son producidos por virus y cursan en distintos grados con: fiebre, tos, secreción nasal, estornudos, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, pérdida del apetito y fatiga la etiología viral es la más frecuente; el resto es de etiología bacteriana, hay algunos de tipo irritativo que cada vez se observa con mayor frecuencia debido a los contaminantes del medio ambiente: como el ozono, bióxido de azufre y distintas variedades de polvos que producen irritación e inflamación de la mucosa bronquial al ser inhalados no existe un tratamiento verdaderamente eficaz. Los síntomas, sobre todo el goteo y la obstrucción nasal, pueden aliviarse con descongestivos y mediante la ingestión de líquidos abundantes, pero la enfermedad viral suele curarse por sí sola los antitérmicos ayudan a mejorar los síntomas. Es difícil prevenir los resfriados, aunque es aconsejable vacunarse y mejorar la higiene para evitar la diseminación de los virus.