Abstract:
Pese al desconocimiento científico de las futuras madres acerca de la estimulación prenatal, esta actividad se la ha realizado siempre de forma empírica por los padres. El convencimiento de la futura mamá de que su bebé durante el periodo de gestación, tiene la capacidad de ver, oír y sentir ha sido lo que les ha impulsado para estimular desde su vientre a su hijo. La estimulación produce en la madre una sensación de bienestar, liberando endorfinas, que producen un estado agradable y placentero; éstas llegan al bebé a través de la placenta, produciéndole la misma sensación de satisfacción y tranquilidad que a la madre. La estimulación prenatal tiene importantes beneficios, ya que al nacer un bebé que ha sido estimulado muestra mayor desarrollo en el área visual, auditiva lingüística y motora, mantiene por más tiempo la concentración, la atención, duermen mejor, son más alertas, afables y seguros, tienen mayor capacidad de aprendizaje, se calman más fácilmente con la voz de la madre o la música que escucharon en el vientre, muestran lazos más intensos con los padres y una mayor cohesión. La estimulación prenatal produce en el cerebro una ventaja para el futuro, ya que permite actuar sobre la formación de la estructura neuronal justo cuando es más maleable, cuando las células nerviosas se conectan entre sí para formar los diferentes órganos y sistemas. Debido a la capacidad que tiene el bebé desde el vientre materno de sentir, ver y oír, lo que los padres hacen durante el embarazo para comunicarse y comenzar a estrechar lazos afectivos con el bebé, tiene una repercusión positiva en él, porque va madurando su sistema nervioso. De acuerdo a todas estas experiencias positivas, es indispensable fomentar desde los ministerios de salud, la implementación de talleres a las madres gestantes para que sepan la importancia de la estimulación prenatal y lo realicen de forma periódica.