Resumen:
En la actualidad mucho se habla de la excelencia académica, donde las instituciones educativas deben asumir el reto de ser agentes dinamizadores de las buenas enseñanza y de correcto ejercicio de las funciones del docente. Es ahí donde prevalece el criterio de la Calidad Educativa amparada en la perspectiva del docente en relación a su desempeño, es decir que la predisposición del mismo avizora nuevos rumbos para la formación intelectual, moral, emocional, entre otras de los educandos. La problemática se presenta cuando el Docente no se encuentra plenamente estimulado o convencido de su rol dentro del proceso educativo, ya que cada una de sus estrategias y metodologías no generan un efecto positivo en el desarrollo y crecimiento de los educandos, muy indiferente al nivel de enseñanza al que pertenece. Existen muchos factores que se debe tomar en consideración al momento de valorar la calidad educativa en la gestión del Docente, una de ellas son los recursos y materiales adecuados con el que cuenta el educador para impartir su jornada de clase, así como la carga laboral y niveles de estrés al que es sometido, es decir que su estado emocional llega al punto de colapsar y generar momentos desagradables que pone en riesgo su criterio y accionar profesional. Este tipo de situaciones no solo depende del docente, sino del entorno en el que se desarrolla, es decir que la institución educativa debe proveer de lo necesario para que el docente sienta el respaldo y la motivación suficiente para ejercer sus labores, de tal manera que se logre beneficiar a los educandos con una enseñanza de calidad y con calidez, criterio básico y fundamental dentro de la labor docente.